Seguridad en los juguetes
En ECIOCA estamos comprometidos con la seguridad, ya sea en el sector de la seguridad industrial en el que desarrollamos nuestra actividad, como de cualquier otra índole, por lo que queremos dejar en esta ocasión unos comentarios sobre la seguridad en los juguetes.
Ahora que están próximas las navidades, y estamos pensando en hacer algún regalo a los más pequeños de la familia, es recomendable preguntarse si el juguete que elegimos es el más adecuado desde el punto de vista de la seguridad.
Los juguetes que se comercializan en Europa deben tener el marcado CE, que implica que cumplen todas las normas europeas que les son de aplicación sobre seguridad. No obstante, nos podemos encontrar artículos que, aunque tengan estampados el marcado CE, realmente no cumplen todos los puntos de seguridad exigibles; por lo general, artículos fabricados fuera de la Unión Europea e importados sin un control adecuado.
Un buen ejemplo sobre seguridad en los juguetes es el que la empresa IKEA ha incluido en su catálogo de 2018:
El «hipo-cocodrilo» nos cuenta en primera persona el por qué de su anatomía:
– Tengo los ojos bordados, porque es más seguro que tenerlos de plástico o vidrio, que se podría desprender. Así evitamos que los niños se los traguen.
– Si crees que mi cola es corta, se debe a un buen motivo. Como máximo mide 22 cm, para que no exista el riesgo de que los niños menores de 3 años se la enrollen en el cuello.
– Mi nariz es suave y amplia para que los niños no se hagan daño ni se les queden los deditos atrapados en ella.
– Mi tejido es seguro, no incluye productos químicos y no destiñe si se mastica la tela. Además, se lava en la lavadora.
– Me han pasado por un detector de metales para comprobar que no hay agujas, grapas o algo así olvidado en mi cuerpo.
– Me han hecho pruebas de estiramiento para comprobar que no me rompo si dos niños tiran de mí.
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